INTRODUCCIÓN AL BLOG
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
7Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos. 8Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios. Gratis habéis recibido, dad gratis. 9No os procuréis en la faja oro, plata ni cobre; 10ni tampoco alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. 11Cuando entréis en una ciudad o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis. 12Al entrar en una casa, saludadla con la paz; 13si la casa se lo merece, vuestra paz vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros.
Celebramos el Martes de la Décima Semana del Tiempo Ordinario y celebramos la fiesta de San Bernabé.
Bernabé era un judío de la tribu de Levi, había nacido en Chipre; su nombre original era el de José, pero los Apóstoles lo cambiaron al de Bernabé que significa 'hombre esforzado'. Se le menciona en las Sagradas Escrituras, en el cuarto capítulo de los Hechos de los Apóstoles.
Alrededor del año 60 ó 61, San Bernabé ya había muerto. Se dice que fue apedreado hasta morir en Salamina. Otra tradición nos lo presenta como predicador en Alejandría y en Roma y además como primer obispo de Milán.
En el Evangelio de este lunes de la Décima Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Mateo (Mt 10,7-13).
Los discípulos deben de realizar y continuar la labor que hizo Jesús. Al enviarles como misioneros, el Maestro les expone las características de la misión: la justicia buscada, la misericordia ofrecida, el llanto ante la miseria y el pecado del mundo, el desaliento por la paz inalcanzada, la vida puesto en juego incondicionalmente, el amor al enemigo, la oración por quienes nos persiguen y calumnian. Todo esto es sustancia del mensaje del Reino (Mc 10,7-13).
Pidamos
a Dios que nos conceda crecer en la fe, en la esperanza y en la caridad. Amén.
LIBROS DE FRANCISCO BAENA CALVO EN BUBOK
CANAL DE FRANCISCO BAENA CALVO EN YOUTUBE