INTRODUCCIÓN AL BLOG
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
51Al ver Jesús el gentío, subió al monte,
se sentó y se acercaron sus discípulos; 2y, abriendo su boca, les enseñaba
diciendo: 3«Bienaventurados los pobres en el
espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. 4Bienaventurados los mansos, porque ellos
heredarán la tierra. 5Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán
consolados. 6Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia,
porque ellos quedarán saciados. 7Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán
misericordia. 8Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a
Dios. 9Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos
serán llamados hijos de Dios. 10Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque
de ellos es el reino de los cielos. 11Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y
os calumnien de cualquier modo por mi causa. 12Alegraos y regocijaos, porque vuestra
recompensa será grande en el cielo, que de la misma manera persiguieron a los
profetas anteriores a vosotros.
Celebramos el Lunes de la X Semana del Tiempo Ordinario.
Jesús de Nazaret nos urge: “Buscad primero el Reino de Dios y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura. Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propio mal” (Mt 6,34).
En el Evangelio de este lunes de la Décima Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Mateo (Mt 5,1-12).
Las bienaventuranzas constituyen un discurso programático de Jesús y camino auténtico de santidad.
Jesús llama "dichosos" a los que sufren, lloran, tienen hambre. Son humildes, compasivos, limpios de corazón. Tienen hambre y sed de justicia. Son pacíficos y son perseguidos por su causa... Las bienaventuranzas son como la radiografía del corazón mismo de Jesús, y la invitación permanente a la Iglesia para no perder de vista la meta definitiva, la felicidad eterna.
Señor: Enséñanos a vivir las bienaventuranzas. Enséñanos a gustar las cosas de arriba. Enséñanos a guardar tus palabras. Enséñanos anunciar tu mensaje. Amén.
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