Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
21Y
entran en Cafarnaún y, al sábado siguiente, entra en la sinagoga a
enseñar; 22estaban
asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como los
escribas. 23Había
precisamente en su sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo y se puso a
gritar: 24«¿Qué
tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con
nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios». 25Jesús lo increpó: «¡Cállate y sal de
él!». 26El
espíritu inmundo lo retorció violentamente y, dando un grito muy fuerte, salió
de él. 27Todos
se preguntaron estupefactos: «¿Qué es esto? Una enseñanza nueva expuesta con
autoridad. Incluso manda a los espíritus inmundos y lo obedecen». 28Su fama se extendió enseguida por todas
partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.
Celebramos el Martes de la Primera Semana del Tiempo Ordinario.
La persona cristiana no elimina nada de cuanto bello, bueno y verdadero hay en cualquier persona o cultura.
En cada persona y cultura debe encontrar “semillas de eternidad” y “señal del Eterno”, que desde Jesucristo le manifiesta el don maravilloso de la salvación.
El encuentro con el Nazareno, en la experiencia de muchos, ha hecho estallar en “mil pedazos” vidas encaminadas por “falsos caminos “y propuestas que no llevan más que a la frustración y al vacío.
En el Evangelio de este Martes de la Primera Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio según San Marcos (Mc 1,21-28).
Jesús llega a Cafarnaúm. Al llegar el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Todos quedaban asombrados de su doctrina, "porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas". Y, justo allí, en ese lugar santo y en sábado, cura a un "hombre poseído por un espíritu inmundo". Todos quedaron sorprendidos porque "manda a los espíritus inmundos y le obedecen".
Oremos por la Iglesia para que seamos evangelizadores al estilo de Jesús, el gran misionero. Amén.
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