INTRODUCCIÓN AL BLOG
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
15Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón, hijo de
Juan, ¿me amas más que estos?». Él le contestó: «Sí, Señor, tú sabes que te
quiero». Jesús le dice: «Apacienta mis corderos». 16Por segunda vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me
amas?». Él le contesta: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Él le dice:
«Pastorea mis ovejas». 17Por tercera vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me
quieres?». Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez: «¿Me
quieres?» y le contestó: «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero».
Jesús le dice: «Apacienta mis ovejas. 18En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te
ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos,
otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras». 19Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a
Dios. Dicho esto, añadió: «Sígueme».
Celebramos el VII Viernes de Pascua.
Hoy la Iglesia celebra la memoria de San Pascual Bailón. Nació en Torre Hermosa, Aragón.
Pascual nació en la Pascua de Pentecostés de 1540 y murió en la fiesta de Pentecostés de 1592, el 17 de mayo de 1592.
Es el patrono de los Congresos Eucarísticos y de la Adoración Nocturna.
En este VII Viernes de Pascua leemos el Evangelio de san Juan. Jesús trata de delinear el papel de Pedro en la comunidad cristiana. Jesús le llama a un oficio particular: “apacienta a mis corderos”, “pastorea y apacienta a mis ovejas”, prolongando de esta manera la misión del Buen Pastor que Jesús mismo había vivido. Pero antes le exige, como condición indispensable, una confesión de amor, que subsana del todo la triple negación que había hecho en otro tiempo (Jn 21,15-19).
Pidamos que venga a nosotros el Espíritu Santo, el aliento de vida de Dios, que nos capacita para la misión. Pidamos especialmente hoy a Dios por todos los enfermos y cuidadores de enfermos. Pidamos por los jóvenes y por sus proyectos de realización personal. Amén.
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