INTRODUCCIÓN AL BLOG
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
20Pedro, volviéndose, vio que les seguía el discípulo a quien
Jesús amaba, el mismo que en la cena se había apoyado en su pecho y le había
preguntado: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?». 21Al verlo, Pedro dice a Jesús: «Señor, y este, ¿qué?». 22Jesús le contesta: «Si quiero que se quede hasta que yo
venga, ¿a ti qué? Tú sígueme». 23Entonces se empezó a correr entre los hermanos el rumor de
que ese discípulo no moriría. Pero no le dijo Jesús que no moriría, sino: «Si
quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué?». 24Este es el discípulo que da testimonio de todo esto y lo ha escrito; y
nosotros sabemos que su testimonio es verdadero. 25Muchas otras cosas hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que
ni el mundo entero podría contener los libros que habría que escribir.
Celebramos el VII Sábado de Pascua.
Hoy es necesario cimentar la fe cristiana en un testimonio válido que sea capaz de convertirse en la auténtica "roca angular” de la vida y de nuestra fe.
En el Evangelio de este VII Sábado de Pascua, leemos el final del Evangelio de San Juan.
Este evangelio es como un eco de la situación que se había producido en el cenáculo. Y Jesús responde que cada uno debe seguirle personalmente hasta el final, según el propio proyecto de vida (Jn 21,20-25).
Efectivamente, Pedro dio testimonio de su amor por Jesús con el martirio; y al discípulo amado se le pedía “quedar” en la Iglesia dando su vida como testigo del misterio de Cristo que es precisamente el amor.
Supliquemos a
Dios que nos conceda la paz por intercesión de María. Amén.
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