Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
En aquel tiempo, dijo Jesús:
«En verdad, en verdad os digo: el que no entra
por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ese
es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A
este le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el
nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina
delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño
no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los
extraños».
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no
entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús:
«En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta
de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos;
pero las ovejas no los escucharon.
Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará
y podrá entrar y salir, y encontrará pastos.
El ladrón no entra sino para robar y matar y
hacer estragos; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante».
Celebramos el IV Domingo de Pascua . Este domingo suele llamarse el “domingo del buen pastor”: En la Iglesia hay un único pastor, el Buen Pastor, que es Jesucristo. El es el Pastor que nos guía y ha dado su vida por nosotros, que nos ama más que nadie y nos invita a la eucaristía.
Hoy también se nos invita a rezar por las vocaciones en la Iglesia. Ciertamente toda vocación, la misma vida de la Iglesia, su mismo existir, su apostolado... brota del encuentro pascual. Jesús es el único pastor: los sacerdotes participan de ese único pastoreo de Cristo.
En el Evangelio de este IV Domingo de Pascua, Jesús proclama el discurso del Buen Pastor (Jn 10,1-10).
Con la hermosa imagen del Pastor llevando a sus ovejas a pastar, Jesús se presenta como el buen pastor, el verdadero pastor anunciado por los profetas que condenaban a los falsos profetas que extraviando al pueblo judío. Jesús da su vida por sus ovejas a las que ama.
Contemplemos a Jesús como Buen Pastor y pidamos seguirle con todas nuestras fuerzas. Amén.
ESPECIAL: FIRMES Y SEGUROS EN JESUCRISTO.
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