Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
Después de que Jesús hubo saciado a cinco mil
hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el mar. Al día siguiente, la
gente que se había quedado al otro lado del mar notó que allí no había habido
más que una barca y que Jesús no había embarcado con sus discípulos, sino que
sus discípulos se habían marchado solos.
Entretanto, unas barcas de Tiberíades llegaron
cerca del sitio donde habían comido el pan después que el Señor había dado
gracias. Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se
embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús.
Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le
preguntaron:
«Maestro, ¿cuándo has venido aquí?».
Jesús les contestó:
«En verdad, en verdad os digo: me buscáis no
porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad
no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida
eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a este lo ha sellado el Padre,
Dios».
Ellos le preguntaron:
«Y, ¿qué tenemos que hacer para realizar las
obras de Dios?».
Respondió Jesús:
«La obra de Dios es esta: que creáis en el que
él ha enviado».
Celebramos el III Lunes de Pascua. Dice el Catecismo de la Iglesia Católica, nº 571: “El Misterio Pascual de la Cruz y de la Resurrección de Cristo está en el centro de la Buena Nueva que los apóstoles, y la Iglesia a continuación de ellos, deben anunciar al mundo. El designio salvador de Dios se ha cumplido de “una vez por todas” (Hb 9,26) por la muerte redentora de su Hijo Jesucristo”.
En el Evangelio de este III Lunes de Pascua, y a lo largo de toda la semana leeremos el capítulo 6 de San Juan, el conocido "Discurso sobre el Pan de Vida".
El Discurso sobre el Pan de Vida se desarrolla después de dos milagros, la multiplicación de los panes y los peces, y la marcha sobre las aguas (Jn 6,22-29).
Todos los autores subrayan la unión íntima en este discurso de dos grandes temas: la fe en Jesús y la Eucaristía.
Jesús les advierte a sus oyentes que “obren no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para la vida eterna, el que os dará el Hijo el hombre”.
Jesús resucitado, escúchanos. Tú que eres el Padre de los pobres, danos tu riqueza para llevar este mundo hasta ti, y haz que desaparezcan las injusticias, la violencia y la guerra. Amén.
ESPECIAL: FIRMES Y SEGUROS EN JESUCRISTO.
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