INTRODUCCIÓN AL BLOG
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
En aquel tiempo, el
ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a
una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la
virgen se llamaba María. El
ángel, entrando en su presencia, dijo: "Alégrate, llena de gracia, el
Señor está contigo." Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué
saludo era aquél. El ángel le dijo: "No temas, María, porque has
encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y
le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el
Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob
para siempre, y su reino no tendrá fin." Y María dijo al ángel:
"¿Cómo será eso, pues no conozco varón?" El ángel le contestó:
"El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá
con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí
tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y
ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay
imposible." María contestó: "Aquí está la esclava del Señor; hágase
en mí según tu palabra". Y la dejó el ángel.
Celebramos el Jueves de la Vigésimo Séptima Semana del Tiempo Ordinario. Y miramos en este día, con especial interés y devoción, a la Virgen María en su advocación de Ntra. Sra. Del Rosario.
Dice el Catecismo de la Iglesia Católica en el número 970 que “ La misión maternal de María para con los hombres de ninguna manera disminuye o hace sombra a la única mediación de Cristo, sino que manifiesta su eficacia…”
En el Evangelio de este Lunes de la Vigésimo Séptima Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Lucas (Lc 1,26-38).
En un pueblo insignificante de Galilea, en el territorio en el que el Judaísmo se diluye entre gentes de diversa procedencia. Allí María recibe misteriosamente la llamada divina. Será la Madre del Mesías tan esperado, Jesús (nombre idéntico a Josué, "salvador", el que antaño introdujo al pueblo en la tierra prometida) no será fruto de un deseo humano, sino puro don de Dios. La Virgen, con su perfecta disponibilidad es la encarnación de la humanidad dispuesta por fin a responder al amor previo de su Señor.
Pidamos a Dios, por la intercesión de la Virgen del Rosario, que nos ayude a crecer en la fe, en la esperanza y en la caridad. Amén.
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