Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo
le pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros, el
Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque. no lo ve ni lo
conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis, porque mora con vosotros y está en
vosotros. No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo
no me verá, pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo.
Entonces sabréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros.
El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será
amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él».
Celebramos el VI Domingo de Pascua y la memoria de San Matías. Matías fue elegido "apóstol" por los otros 11, después de la muerte y Ascensión de Jesús, para reemplazar a Judas Iscariote que se ahorcó.
En el Evangelio de este VI Domingo de Pascua, leemos parte del capítulo catorce del Evangelio según San Juan (Jn 14,15-21).
Vuelve a sonar la gran palabra que dejó Jesús a los suyos como testamento: “que os améis” y que me améis. Se escucha la gran promesa: “Un Defensor que estará siempre con vosotros”. Entonces lo comprenderán todo mejor. Entonces conocerán mejor a Cristo y se adentrarán en el misterio de Dios. Entonces todos serán discípulos de Jesús.
Ciertamente, lo que nos hace seguidores de Jesús es que nos amemos los unos a los otros como Dios nos ama.
Jesús insiste a sus discípulos, y repite continuamente: "Tened confianza en mí y amad". Y les promete que recibirán el Espíritu Santo, que es consolador, defensor, maestro y guía.
Dirijámonos a la Virgen María para que nos ayude a ser mejores cristianos y a acercarnos mejor a su Hijo Jesús. Amén.
ESPECIAL: FIRMES Y SEGUROS EN JESUCRISTO.
LIBROS DE FRANCISCO BAENA CALVO EN BUBOK
CANAL DE FRANCISCO BAENA CALVO EN YOUTUBE