INTRODUCCIÓN AL BLOG
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
31«¿A quién, pues, compararé los hombres de esta generación? ¿A quién son semejantes?
32Se asemejan a unos niños, sentados en la plaza, que gritan a otros aquello de: “Hemos tocado la flauta | y no habéis bailado, | hemos entonado lamentaciones, | y no habéis llorado”
33Porque vino Juan el Bautista, que ni come pan ni bebe vino, y decís: “Tiene un demonio”;
34vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: “Mirad qué hombre más comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”.
35Sin embargo, todos los hijos de la sabiduría le han dado la razón».
Celebramos el Miércoles de la Vigésimo Cuarta Semana del Tiempo Ordinario.
La salvación es un regalo de Dios que no se consigue por méritos propios. La salvación nos la ha merecido Jesús de Nazaret, muerto y resucitado. Su vida, muerte y resurrección nos revela cuánto nos ama Dios.
Dios ha salido a nuestro encuentro y nos ama con criterios de compasión y misericordia, atrayéndonos desde Jesucristo con “correas de amor”.
En el Evangelio de este Miércoles de la XXIV del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Lucas. Jesús juzga a su generación, y descubre que siempre encuentran una excusa para eludir la llamada de Dio: “se parecen a unos niños, sentados en la plaza, que gritan a otros: “Tocamos la flauta y no bailáis, cantamos lamentaciones y no lloráis”. (Lc 7,31-35).
Jesús critica a los responsables del pueblo que rehusaron el bautismo de penitencia y la predicación de Juan Bautista, porque lo consideraban muy exigente, y ahora, rechazan la predicación de Jesús, porque les parece muy concesiva, abierta a los pecadores y publicanos.
Pidamos
a Dios que nos conceda cumplir su voluntad con alegría y esparcir la fragancia
de Cristo en nuestros ambientes
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