INTRODUCCIÓN AL BLOG
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
7Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles,
que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. 8No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace
falta antes de que lo pidáis. 9Vosotros orad así: “Padre nuestro que estás en el cielo, |
santificado sea tu nombre, 10venga a nosotros tu reino, | hágase tu voluntad en la tierra
como en el cielo, 11danos hoy nuestro pan de cada día, 12perdona nuestras ofensas, | como también nosotros perdonamos a los que nos
ofenden, 13no nos dejes caer en la tentación, | y líbranos del mal”. 14Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará
vuestro Padre celestial, 15pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre
perdonará vuestras ofensas.
Celebramos el Jueves de la Undécima Semana del Tiempo Ordinario .
Tenemos un proyecto maravilloso como personas: “Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial” (Mt 5,48).
Para esta tarea necesitamos desarrollar el pensamiento, el sentimiento y la acción; las tres unidas y conjuntadas.
En el Evangelio de este Jueves de la Undécima Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Mateo ( Mt 6,7-15).
Jesús advierte a los discípulos cómo debe ser la verdadera oración. La verdadera oración es un trato de amistad con Dios y situarse en la perspectiva del Reino, ponerse confiadamente en las manos de Dios. Tal es el sentido del Padre Nuestro.
¡El Padrenuestro es una oración para vivir, una oración para confiar, una dinamita que rompe con nuestro egoísmo, nuestras estrechas miras y nuestros mediocres proyectos personales, lejos del perdón!
Señor. Enséñanos a mirar al cielo. Enséñanos a gustar las cosas de arriba. Enséñanos a guardar tus palabras. Enséñanos anunciar tu mensaje. Enséñanos a sentir tu presencia viva. Enséñanos a reunirnos con los hermanos. Enséñanos a extender tu reino. Pedimos especialmente por los jóvenes y por sus proyectos personales. Amén
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