Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
8Yendo
ellos de camino, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió
en su casa. 39Esta
tenía una hermana llamada María, que, sentada junto a los pies del Señor,
escuchaba su palabra. 40Marta,
en cambio, andaba muy afanada con los muchos servicios; hasta que, acercándose,
dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para servir?
Dile que me eche una mano». 41Respondiendo,
le dijo el Señor: «Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas
cosas; 42solo
una es necesaria. María, pues, ha escogido la parte mejor, y no le será
quitada».
Celebramos el Martes de la Vigésimo Séptima Semana del Tiempo Ordinario.
El amor hacia los demás es un signo del amor divino en nosotros, que da sentido pleno a la vida.
En el Evangelio de este Martes de la XXVII Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Lucas (Lc 10,38-42).
Jesús ha entrado en un pueblo y allí hay dos hermanas: Marta y María.
Marta estaba atareada en muchos quehaceres y María escuchaba atentamente la Palabra de Jesús.
Ante la queja de Marta porque su hermana no le ayuda, Jesús le responde: “Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; solo una es necesaria. María ha escogida la mejor parte, y no se la quitarán”.
Dice Alberto Benito que “Lucas hace de María un modelo de discípulo de Jesús en razón de la escucha de la palabra: éste es el objetico central del texto”.
Pidamos especialmente a Dios que nos disponga a escuchar su Palabra: Señor, abre mis ojos y mis oídos a tu palabra, que lea y escuche tu voz y medite tus enseñanzas como María, la hermana de Marta. Amén.
ESPECIAL: FIRMES Y SEGUROS EN JESUCRISTO.
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