INTRODUCCIÓN AL BLOG
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
17No
creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir,
sino a dar plenitud. 18En
verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse
hasta la última letra o tilde de la ley. 19El
que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a
los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los
cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos. 20Porque
os digo que si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos,
no entraréis en el reino de los cielos. 21Habéis oído que se dijo a los antiguos: “No matarás”, y el que
mate será reo de juicio. 22Pero yo os digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra
su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano “imbécil”, tendrá que
comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama “necio”, merece la condena de la
gehenna del fuego. 23Por tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar,
te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, 24deja allí tu ofrenda
ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve
a presentar tu ofrenda. 25Con el que te pone pleito procura arreglarte enseguida,
mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez y el juez al
alguacil, y te metan en la cárcel. 26En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado
el último céntimo. 27Habéis oído que se dijo: “No cometerás adulterio”. 28Pero yo os digo: todo
el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su
corazón. 29Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te
vale perder un miembro que ser echado entero en la gehenna. 30Si tu mano derecha te
induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir
a parar entero a la gehenna. 31Se dijo: “El que repudie a su mujer, que le dé acta de
repudio”. 32Pero yo os digo que si uno repudia a su mujer —no hablo de
unión ilegítima— la induce a cometer adulterio, y el que se casa con la
repudiada comete adulterio. 33También habéis oído que se dijo a los antiguos: “No jurarás en
falso” y “Cumplirás tus juramentos al Señor”. 34Pero yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que
es el trono de Dios; 35ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén,
que es la ciudad del Gran Rey. 36Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un
solo cabello. 37Que vuestro hablar sea sí, sí, no, no. Lo que pasa de ahí viene
del Maligno.
Celebramos el Domingo de la Sexta Semana del Tiempo Ordinario.
Celebramos la Campaña contra el Hambre en el Mundo.
Desde Jesucristo comprendemos, a la luz de toda su vida, que "Dios necesita de los hombres no para ser Dios sino para ser un Dios de hombres y mujeres" (Edward Shillebeeckx), y que es imposible gestar un credo razonable al margen de la historia del hombre.
En el Evangelio de este Domingo de la Sexta Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Mateo (Mt 5,17-37).
Al renovar las interpretaciones concretas de la Ley dada en el Sinaí, Jesús se presenta superior a Moisés y reclama la necesidad de la renovación del comportamiento humano en la perspectiva del Reino de Dios.
Pedimos a Dios que nos aumente la fe y demos testimonio del Evangelio allí donde nos encontremos.
Pedimos por todas las personas que trabajan por destruir las causas estructurales de la pobreza y a promover el desarrollo integral de las personas. Amén.
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