INTRODUCCIÓN AL BLOG
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
24Cuando
se marcharon los mensajeros de Juan, se puso a hablar a la gente acerca de
Juan: «¿Qué salisteis a contemplar en el desierto? ¿Una caña sacudida por el
viento? 25Pues
¿qué salisteis a ver? ¿Un hombre vestido con ropas finas? Mirad, los que se
visten fastuosamente y viven entre placeres están en los palacios reales. 26Entonces,
¿qué salisteis a ver? ¿Un profeta? Sí, os digo, y más que profeta. 27Este
es de quien está escrito: “Yo envío mi mensajero delante de ti, el cual
preparará tu camino ante ti”. 28Porque
os digo, entre los nacidos de mujer no hay nadie mayor que Juan. Aunque el más
pequeño en el reino de Dios es mayor que él». 29Al oír a Juan, todo el
pueblo, incluso los publicanos, recibiendo el bautismo de Juan, proclamaron que
Dios es justo. 30Pero los fariseos y los maestros de la ley, que no habían
aceptado su bautismo, frustraron el designio de Dios para con ellos.
Celebramos el Jueves de la Tercera Semana de Adviento.
El tiempo de Adviento es un período privilegiado para los cristianos ya que nos invita a recordar el pasado, nos impulsa a vivir el presente y a preparar el futuro.
En el Evangelio de este Jueves de la Tercera Semana de Adviento leemos el Evangelio de San Lucas (Lc 7,24-30).
Jesús alaba la fidelidad de Juan Bautista a la voluntad del Padre y a la misión que le confió, en contraste con los fariseos y los maestros de la ley que frustraron el designio de Dios para con ellos.
¡Oh, Cristo, Señor nuestro y Dios nuestro; tú eres el Camino, la Verdad y la vida. Vigila nuestros pensamientos , palabras y obras; guárdanos en este día, para que nuestras obras sean queridas y cumplidas para gloria de tu santo nombre y para la salvación del mundo!
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