INTRODUCCIÓN AL BLOG
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
En
aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«¿A quién compararé esta generación?
Se asemeja a unos niños sentados en la plaza,
que gritan diciendo: “Hemos tocado la flauta, y no habéis bailado; hemos
entonado lamentaciones, y no habéis llorado”.
Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen:
“Tiene un demonio”. Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Ahí
tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”.
Pero la sabiduría se ha acreditado por sus
obras».
Celebramos el Viernes de la Segunda Semana de Adviento.
El Adviento es un tiempo especial de gracia y de una invitación a reconocer las “Venidas del Señor”.
El Adviento es un tiempo para “recordar, un tiempo para celebrar y un tiempo para esperar.
En el Evangelio de este Viernes leemos el Evangelio de San Mateo (Mt 11,16-19).
Jesús en el evangelio profundiza en la misión de Juan Bautista y la suya propia. Juan será el precursor y testigo, mientras que Jesús es el Mesías enviado y anunciado. Y nuevamente Jesús denuncia la respuesta de los oyentes que se parecen a esos chiquillos sentados en las plazas, que se gritan unos a otros: "Os hemos tocado la flauta y no habéis bailado, hemos cantado lamentaciones y no habéis llorado".
Juan es incómodo en su misión de “preparar el camino del Señor” y Jesús es incómodo en su tarea de anunciar la “salvación misma de Dios”.
Juan es criticado porque que ni comía ni bebía, y dijeron: Tiene un demonio, mientras que Jesús es criticado porque es un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores.
Jesús viene y ofrece alegría, amor para todos los hombres, especialmente para los más humildes y marginados.
¡También viene a nosotros para hacerse anfitrión de su mesa!
Pidamos a Dios que nos conceda el don de la conversión para poder vivir conforme al Evangelio. Amén.
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