INTRODUCCIÓN AL BLOG
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
En
aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la
piedra y los exvotos.
Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegará
un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido.»
Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser
eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?»
Él contestó: «Cuidado con que nadie os engañe.
Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: "Yo soy", o bien
"El momento está cerca"; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias
de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir
primero, pero el final no vendrá en seguida.»
Luego les dijo: «Se alzará pueblo contra pueblo
y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias
y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo.»
Celebramos el Martes de la Trigésima Cuarta Semana del Tiempo Ordinario y la memoria de Santa Cecilia, Patrona de la Musica.
Confía y suplica la ayuda de Dios en cada momento para afrontar con serenidad y optimismo los avatares de la vida y las dificultades de lo cotidiano.
En el Evangelio de este Martes de la Trigésima Cuarta Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Lucas (Lc 21,5-11).
Algunos alababan la belleza del Templo, por la calidad de la piedra y los exvotos, y Jesús proclama un discurso apocalíptico.
Manifiesta que todo ese esplendor desaparecerá.
Jesús distingue su segunda venida de todos los acontecimientos que la precederán: persecuciones, guerras, destrucciones... "porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá enseguida".
Usemos esta preciosa oración de Tagore para dirigirnos a Dios: ¡Te necesito a Ti, sólo a Ti! Deja que lo repita sin cansarse mi corazón. Los demás deseos que día y noche me embargan son falsos y vanos hasta sus entrañas. Como la noche esconde en su oscuridad la súplica de la luz, así en la oscuridad de mi inconsciencia resuena este grito: ¡Te necesito a Ti, sólo a Ti!...
LIBROS DE FRANCISCO BAENA CALVO EN BUBOK
CANAL DE FRANCISCO BAENA CALVO EN YOUTUBE