Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
13Por
eso les hablo en parábolas, porque miran sin ver y escuchan sin oír ni
entender. 14Así
se cumple en ellos la profecía de Isaías: “Oiréis con los oídos sin entender;
miraréis con los ojos sin ver; 15porque
está embotado el corazón de este pueblo, son duros de oído, han cerrado los
ojos; para no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni entender con el
corazón, ni convertirse para que yo los cure”. 16Pero
bienaventurados vuestros ojos porque ven y vuestros oídos porque oyen. 17En
verdad os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis y no lo
vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron. 18Vosotros,
pues, oíd lo que significa la parábola del sembrador: 19si
uno escucha la palabra del reino sin entenderla, viene el Maligno y roba lo
sembrado en su corazón. Esto significa lo sembrado al borde del camino. 20Lo
sembrado en terreno pedregoso significa el que escucha la palabra y la acepta
enseguida con alegría; 21pero
no tiene raíces, es inconstante, y en cuanto viene una dificultad o persecución
por la palabra, enseguida sucumbe. .
Celebramos el Lunes de la Décimo Octava Semana del Tiempo Ordinario.
No olvides que hoy puedes utilizar tu libertad para hacer el bien y encuentra en Jesucristo respuesta a los problemas de tu vida, de tus miedos y desesperanzas.
En el Evangelio de este Lunes de la XVIII del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Mateo (Mt 14,13-21).
Una gran muchedumbre de gente va al encuentro de Jesús, a un lugar solitario donde se había retirado con sus discípulos. Y Jesús sintió compasión de ellos y curó a sus enfermos.
Jesús les invita a los discípulos a darles de comer. La ofrenda de lo poco (cinco panes y dos peces) realiza lo grande: dar de comer a unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.
El relato tiene una clara evocación del "banquete mesiánico" que se realizará al final de los tiempos.
Pidamos especialmente a Dios que nos ayude a ser generosos y a tener compasión de las personas, especialmente de los más necesitados. Amén.
ESPECIAL: FIRMES Y SEGUROS EN JESUCRISTO.
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