INTRODUCCIÓN AL BLOG
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
51Al
ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; 2y,
abriendo su boca, les enseñaba diciendo: 3«Bienaventurados
los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. 4Bienaventurados
los mansos, porque ellos heredarán la tierra. 5Bienaventurados
los que lloran, porque ellos serán consolados. 6Bienaventurados
los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán
saciados. 7Bienaventurados
los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. 8Bienaventurados
los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. 9Bienaventurados
los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. 10Bienaventurados
los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los
cielos. 11Bienaventurados
vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por
mi causa. 12Alegraos
y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo,
Hoy la Iglesia celebra el Domingo IV del Tiempo Ordinario.
Nuestra vida cristiana ciertamente es una vida espiritual trinitaria: una vida en el Padre, Hijo y Espíritu Santo. La Trinidad es un Misterio de Amor, un Misterio de Comunión y de Comunicación. Tengamos confianza e intimidad con la Trinidad Santa: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
En el Evangelio de este Domingo de la Cuarta Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio según San Mateo (Mt 5,1-12a).
Las bienaventuranzas constituyen un discurso programático de Jesús y camino auténtico de santidad.
Jesús nos anima a vivir su programa, concretado en las Bienaventuranzas, como los santos y María.
Dichosos los pobres en el espíritu, los mansos, los que tienen hambre y sed de justicia, los que lloran, los misericordiosos, los limpios de corazón, los que trabajan por la paz, los perseguidos por causa de la justicia…Todo un programa para ejercitar día a día.
Señor nuestro, ayúdanos a escuchar tu mensaje y cumplirlo. Ayúdanos a vivir las Bienaventuranzas. Amén.
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