INTRODUCCIÓN AL BLOG
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
12En
aquellos días, Jesús salió al monte a orar y pasó la noche orando a Dios. 13Cuando
se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce, a los
que también nombró apóstoles: 14Simón,
al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, Juan, Felipe,
Bartolomé, 15Mateo,
Tomás, Santiago el de Alfeo, Simón, llamado el Zelote; 16Judas
el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor. 17Después de bajar con
ellos, se paró en una llanura con un grupo grande de discípulos y una gran
muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de
Tiro y de Sidón. 18Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los
atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, 19y toda la gente trataba
de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.
Celebramos el Viernes de la Trigésimo Semana del Tiempo Ordinario.
Hoy la Iglesia celebra la fiesta de San Simón y de San Judas, Apóstoles.
Comprendemos que en los orígenes del Cristianismo tenemos una experiencia muy precisa, la experiencia de unos hombres, muchos de ellos marginados y alejados de la Ley, pescadores y recaudadores de impuestos, cuyos pasos se convirtieron en un encuentro gozoso con el Misterio. Y en medio de sus afanes escucharon una voz que les gritaba: "¡Ven y sígueme!"
En el Evangelio de este Viernes de la XXX Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Lucas (Lc 6,12-19).
Después de orar en el monte y pasar la noche en oración, llamó a sus discípulos y eligió a doce de entre ellos. También entre ellos estará el traidor.
“Recibe, Señor, nuestras lágrimas y transfórmalas en plegarias. Recibe, Señor, nuestra ira y transfórmala en intimidad. Recibe, Señor, nuestro desánimo y transfórmalo en fe. Recibe, Señor, nuestra soledad y transfórmala en contemplación. Recibe, Señor, nuestras amarguras y transfórmalas en paz del alma". Amén.
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