INTRODUCCIÓN AL BLOG
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
5Los apóstoles le dijeron al
Señor: «Auméntanos la fe». 6El Señor dijo: «Si tuvierais fe como un granito de
mostaza, diríais a esa morera: “Arráncate de raíz y plántate en el mar”, y os
obedecería. 7¿Quién de vosotros, si
tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo:
“Enseguida, ven y ponte a la mesa”? 8¿No le diréis más bien: “Prepárame de cenar, cíñete y sírveme
mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú”? 9¿Acaso tenéis que estar
agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? 10Lo mismo vosotros:
cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid: “Somos siervos inútiles,
hemos hecho lo que teníamos que hacer”».
Celebramos el Domingo de la Vigésimo Séptima Semana del Tiempo Ordinario, y a los santos Ángeles Custodios, protectores de los hombres y de los pueblos, por el designio de Dios, y mensajeros de su voluntad.
Todos ellos son espíritus en servicio activo, que Dios envía en ayuda de los que han de heredar la salvación para que estemos siempre defendidos por su protección y gocemos eternamente de su compañía.
En el Evangelio del Domingo XXVII del Tiempo Ordinario leemos el evangelio de San Lucas (Lc 17,5-10).
Jesús subraya la fuerza de la fe y la confianza del que cree con radical confianza. Y lo hace uniendo la imagen del grano de mostaza y del siervo inútil. Jesús subraya que Dios hace las obras en el discípulo, llamando continuamente a la humildad y a no darse culto a sí mismo.
Supliquemos con intensidad y pasión que se haga en nosotros la voluntad del Padre celestial: “Oh, Señor, queremos cumplir siempre tu santa voluntad. Sabemos que para todas las cosas negativas que nos decimos... Tú tiene una respuesta positiva. Sabemos que cuando decimos: es imposible...Tú nos dices: “Todo es posible” (Lc 18,27) .
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