INTRODUCCIÓN AL BLOG
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
17Los setenta y dos volvieron con alegría diciendo: «Señor,
hasta los demonios se nos someten en tu nombre». 18Él les dijo: «Estaba viendo a Satanás
caer del cielo como un rayo. 19Mirad: os he dado el poder de pisotear serpientes y
escorpiones y todo poder del enemigo, y nada os hará daño alguno. 20Sin embargo, no estéis alegres porque se
os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos
en el cielo». 21En aquella hora, se llenó de alegría en el Espíritu Santo y
dijo: «Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has
escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los
pequeños. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien. 22Todo me ha sido
entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién
es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar». 23Y, volviéndose a sus
discípulos, les dijo aparte: «¡Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros
veis! 24Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que
vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron».
Celebramos el Sábado de la Vigésimo Sexta Semana del Tiempo Ordinario.
La Iglesia celebra hoy el día de santa Teresa del Niño Jesús, patrona de las misiones y de los enfermos misioneros.
En el Evangelio de este Sábado de la XXVI Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Lucas (Lc 10,17-24).
Los setenta y dos discípulos vuelven entusiasmados de la misión y Jesús les recuerda que deben alegrarse “de que sus nombres estén escritos en los cielos”. Y da gracias al Padre su manera de obrar: “Yo te bendigo, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las revelado a los pequeños”.
Pidamos a Dios, por intercesión de Santa Teresita del Niño Jesús por todos los misioneros y misioneras, y por todas las Iglesias, para que tengamos ardor misionero en esta hora. Amén.
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