INTRODUCCIÓN AL BLOG
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
47¡Ay de vosotros, que edificáis mausoleos a los profetas, a
quienes mataron vuestros padres! 48Así sois testigos de lo que hicieron vuestros padres, y lo
aprobáis; porque ellos los mataron y vosotros les edificáis mausoleos. 49Por eso dijo la Sabiduría de Dios: “Les enviaré profetas y
apóstoles: a algunos de ellos los matarán y perseguirán”; 50y así a esta generación se le pedirá cuenta de la sangre de
todos los profetas derramada desde la creación del mundo; 51desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que
pereció entre el altar y el santuario. Sí, os digo: se le pedirá cuenta a esta
generación. 52¡Ay de vosotros, maestros de la ley, que os habéis apoderado
de la llave de la ciencia: vosotros no habéis entrado y a los que intentaban
entrar se lo habéis impedido!». 53Al salir de allí, los escribas y fariseos empezaron a
acosarlo implacablemente y a tirarle de la lengua con muchas preguntas
capciosas, 54tendiéndole trampas para cazarlo con alguna palabra de su
boca.
Celebramos el Jueves de la Vigésimo Octava Semana del Tiempo Ordinario.
Vuélvete a Cristo, al Cristo del evangelio, al Cristo que estuvo en el lago Tiberíades, que paseó por las calles de Jerusalén, que perdonó a la mujer pecadora, que criticó a los fariseos y escribas, que acogió a los niños, que alabó la fe del pagano, que lloró en el Getsemaní, que fue golpeado en los patios de Poncio Pilato, que fue crucificado en el Gólgota, que resucitó y se apareció a sus discípulos…!
En el Evangelio de este Jueves de la XXVIII Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Lucas (Lc 11,47-54).
Hay personas que irradian luz con sus palabras y con su vida, pero otras, los fariseos y los legistas, son ellos mismos tinieblas. Su vida es puro formulismo y apariencia engañosa.
Pidamos encarecidamente que el Señor nos conceda compasión y misericordia para con los demás, y que seamos luz del Evangelio en nuestros ambientes. Amén.
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