INTRODUCCIÓN AL BLOG
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
71Cuando
terminó de exponer todas sus enseñanzas al pueblo, entró en Cafarnaún. 2Un centurión tenía
enfermo, a punto de morir, a un criado a quien estimaba mucho. 3Al oír hablar de
Jesús, el centurión le envió unos ancianos de los judíos, rogándole que viniese
a curar a su criado. 4Ellos,
presentándose a Jesús, le rogaban encarecidamente: «Merece que se lo concedas, 5porque tiene afecto a
nuestra gente y nos ha construido la sinagoga». 6Jesús se puso en
camino con ellos. No estaba lejos de la casa, cuando el centurión le envió unos
amigos a decirle: «Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres
bajo mi techo; 7por
eso tampoco me creí digno de venir a ti personalmente. Dilo de palabra y mi
criado quedará sano. 8Porque
también yo soy un hombre sometido a una autoridad y con soldados a mis órdenes;
y le digo a uno: “Ve”, y va; al otro: “Ven”, y viene; y a mi criado: “Haz
esto”, y lo hace». 9Al
oír esto, Jesús se admiró de él y, volviéndose a la gente que lo seguía, dijo:
«Os digo que ni en Israel he encontrado tanta fe». 10Y al volver a casa,
los enviados encontraron al siervo sano.
Celebramos el lunes de Vigésima cuarta Semana del Tiempo Ordinario. Hoy la Iglesia celebra la memoria de San Cipriano y San Cornelio,
Dios ha salido a nuestro encuentro y nos ama con criterios de compasión y misericordia, atrayéndonos desde Jesucristo con “correas de amor”.
En el Evangelio de este Lunes de la XXIV del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Lucas (Lc 7,1-10).
Jesús cura a un enfermo especialmente por la confianza y por la del que le pide la curación para él.
Los milagros de Jesús, signo del Reino y señal de que Dios reina sobre todo, siempre se realizan desde la fe y desde la confianza profunda en Dios.
Pidamos a Dios que nos conceda el don de la paciencia y de la esperanza en medio de nuestra vida diaria.
Pidamos a Dios que nos conceda la gracia de reconocerlo en todo lo que nos rodea y en las personas que se acerquen a nosotros. Amén.
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