INTRODUCCIÓN AL BLOG
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
61Después
de esto, Jesús se marchó a la otra parte del mar de Galilea (o de Tiberíades). 2Lo seguía mucha
gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. 3Subió Jesús entonces
a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. 4Estaba cerca la
Pascua, la fiesta de los judíos. 5Jesús
entonces levantó los ojos y, al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe:
«¿Con qué compraremos panes para que coman estos?». 6Lo decía para
probarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer. 7Felipe le contestó:
«Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo». 8Uno de sus
discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice: 9«Aquí hay un muchacho
que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?». 10Jesús dijo: «Decid a
la gente que se siente en el suelo». Había mucha hierba en aquel sitio. Se
sentaron; solo los hombres eran unos cinco mil. 11Jesús tomó los panes,
dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo
todo lo que quisieron del pescado. 12Cuando
se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los pedazos que han sobrado; que
nada se pierda». 13Los
recogieron y llenaron doce canastos con los pedazos de los cinco panes de
cebada que sobraron a los que habían comido. 14La gente entonces, al
ver el signo que había hecho, decía: «Este es verdaderamente el Profeta que va
a venir al mundo». 15Jesús, sabiendo que
iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo.
Celebramos el II Viernes de Pascua .
La Resurrección de Jesús es el punto central de nuestra vida cristiana y la razón misma de lo que la Iglesia cree, espera, celebra y vive.
Necesitamos tener experiencia pascual, experiencia del resucitado como tuvieron los discípulos. Jesús resucitado nos pide que seamos testigos de la resurrección, que anunciemos el evangelio y nos convirtamos al Señor.
En el Evangelio de este II Viernes de Pascua, San Juan nos presenta la multiplicación de los panes y los peces.
La Pascua judía, en la que se comía el pan sin levadura y se recordaba el maná del desierto, está próxima. En este momento, Jesús, con la realización de una señal, plantea un problema fundamental: ¿De dónde viene el alimento que sacie el hambre del hombre?
Jesús rechaza la tentación de un mesianismo temporal. En la soledad, cara a cara con su Padre, se reafirma en su elección (Jn 6,1-15).
Dirijámonos a la Virgen María para que interceda ante el Dios Todopoderoso por nuestras familias y conocidos. Pidamos por el florecimiento de las vocaciones sacerdotales y religiosas. Amén.
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