Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
29Le
dicen sus discípulos: «Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. 30Ahora vemos que lo sabes todo y no
necesitas que te pregunten; por ello creemos que has salido de Dios». 31Les contestó Jesús: «¿Ahora
creéis? 32Pues
mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis
cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está
conmigo el Padre. 33Os
he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis
luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo».
Celebramos el VII lunes de Pascua.
Muchas oportunidades tenemos a lo largo de la vida de ayudar a los demás. El darse a los demás y el vivir para los demás ennoblece a la persona, humaniza la sociedad y hace orientar el futuro por las sendas de la paz y la justicia, los dos aliados de la auténtica solidaridad.
En el Evangelio de este VII Lunes de Pascua, Jesús invita a los discípulos a la confianza y a la paz. Es el final del último discurso de Jesús después de la cena. (Jn 16,29-33).
Después de muchas incomprensiones y de dudas, parece, por fin, que los apóstoles, han llegado a la fe.
Jesús les llama a la paz, sabiendo que la única manera de encontrar la paz es seguir confiando en Él y en su Palabra. Porque él no está solo. El Padre está con él y, por tanto, tiene que ser en realidad el vencedor. El Padre no puede ser vencido.
Supliquemos a Dios que nos conceda la paz por intercesión de la Virgen María. Amén.
ESPECIAL: FIRMES Y SEGUROS EN JESUCRISTO.
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