INTRODUCCIÓN AL BLOG
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su
madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella
esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y
no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto.
Pero, apenas había tomado esta resolución, se le
apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no
tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella
viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús,
porque él salvará a su pueblo de los pecados.»
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que
habla dicho el Señor por el Profeta: «Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz
un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa
"Dios-con-nosotros".»
Cuando José se despertó, hizo lo que le había
mandado el ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer.
Celebramos hoy el IV Domingo de Adviento. Estamos cerca de la Navidad.
La Navidad nos llama a cuidar la oración y a descubrir deseos profundos de austeridad y la limosna, antídoto contra la avaricia y la ambición.
En el Evangelio de este IV Domingo de Adviento leemos el Evangelio de San Mateo (Mt 1,18-24).
En el Evangelio de San Mateo, José, perplejo ante la situación, asume, a propuesta de Dios, la paternidad de Jesús. De esta manera, ante los hombres, Jesús será su hijo, descendiente legal de David.
En toda esta historia maravillosa, Dios va guiando y va dando cumplimiento de una manera insospechada la profecía del profeta Isaías.
Ayúdanos, Señor, a ser justos como San José y capaces de abrirnos a tu santa voluntad con un corazón humilde, sencillo y compasivo.
Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios. Ven Espíritu Santo, y santifica todo lo que yo piense, diga y haga, para que todo sea para la gloria de Dios. Amén.
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