INTRODUCCIÓN AL BLOG
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
En los días de Herodes, rey de Judea, había un
sacerdote de nombre Zacarías, del turno de Abías, casado con una descendiente
de Aarón, cuyo nombre era Isabel.
Los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin
falta según los mandamientos y leyes del Señor. No tenían hijos, porque Isabel
era estéril, y los dos eran de edad avanzada.
Una vez que Zacarías oficiaba delante de Dios
con el grupo de su turno, según la costumbre de los sacerdotes, le tocó en
suerte a él entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso; la
muchedumbre del pueblo estaba fuera rezando durante la ofrenda del incienso.
Y se le apareció el ángel del Señor, de pie a la
derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se sobresaltó y quedó
sobrecogido de temor.
Pero el ángel le dijo:
«No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido
escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Te
llenarás de alegría y gozo, y muchos se alegrarán de su nacimiento. Pues será
grande a los ojos del Señor: no beberá vino ni licor; estará lleno del Espíritu
Santo ya en el vientre materno, y convertirá muchos hijos de Israel al Señor,
su Dios. Irá delante del Señor, con el espíritu y poder de Elías, “para
convertir los corazones de los padres hacía los hijos”, y a los desobedientes,
a la sensatez de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto».
Zacarías replicó al ángel:
«¿Cómo estaré seguro de eso? Porque yo soy
viejo, y mi mujer es de edad avanzada».
Respondiendo el ángel, le dijo:
«Yo soy Gabriel, que sirvo en presencia de Dios;
he sido enviado para hablarte y comunicarte esta buena noticia. Pero te
quedarás mudo, sin poder hablar, hasta el día en que esto suceda, porque no has
dado fe a mis palabras, que se cumplirán en su momento oportuno».
El pueblo, que estaba aguardando a Zacarías, se
sorprendía de que tardase tanto en el santuario. Al salir no podía hablarles, y
ellos comprendieron que había tenido una visión en el santuario. Él les hablaba
por señas, porque seguía mudo.
Al cumplirse los días de su servicio en el
templo, volvió a casa. Días después concibió Isabel, su mujer, y estuvo sin
salir de casa cinco meses, diciendo:
«Esto es lo que ha hecho por mí el Señor, cuando
se ha fijado en mi para quitar mi oprobio ante la gente»
CONSIGUE LA SAGRADA BIBLIA

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