Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
201Pues
el reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a
contratar jornaleros para su viña. 2Después
de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. 3Salió otra vez a
media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo 4y les dijo: “Id
también vosotros a mi viña y os pagaré lo debido”. 5Ellos fueron. Salió
de nuevo hacia mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo. 6Salió al caer la
tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: “¿Cómo es que estáis aquí el día
entero sin trabajar?”. 7Le
respondieron: “Nadie nos ha contratado”. Él les dijo: “Id también vosotros a mi
viña”. 8Cuando
oscureció, el dueño dijo al capataz: “Llama a los jornaleros y págales el
jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros”. 9Vinieron los del
atardecer y recibieron un denario cada uno. 10Cuando llegaron los
primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario
cada uno. 11Al
recibirlo se pusieron a protestar contra el amo: 12“Estos últimos han
trabajado solo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos
aguantado el peso del día y el bochorno”. 13Él replicó a uno de
ellos: “Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? 14Toma lo tuyo y vete.
Quiero darle a este último igual que a ti. 15¿Es que no tengo
libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia
porque yo soy bueno?”. 16Así,
los últimos serán primeros y los primeros, últimos».
Celebramos el Miércoles de la Vigésima Semana del Tiempo Ordinario.
La salvación es un regalo de Dios que no se consigue por méritos propios.
La salvación nos la ha merecido Jesús de Nazaret, muerto y resucitado. Su vida, muerte y resurrección nos revela cuánto nos ama Dios.
En el Evangelio de este Miércoles de la XX Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Mateo (Mt 20,1-16) .
Jesús anuncia el Reino de los cielos y lo hace en este momento con la parábola del propietario que sale a contratar jornaleros para su viña.
Y lo hace a todas horas: a primera hora del día, al mediodía y a media tarde.
Ajustándose con los primeros a pagarles un denario, cuando llegó la hora de la paga a todos pagó lo mismo.
Frente a la queja de los primeros de lo que consideran una “injusticia”, el propietario de la viña les enmarca ese gesto en su generosidad y en su libertad.
Todos somos llamados a la extensión del Reino y a trabajar por la Gloria de Dios.
Pidamos a Dios que nos conceda la gracia de seguirle y trabajar por el Reino de Dios. Amén.
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