Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
81Después de esto iba él caminando de ciudad en ciudad y de
pueblo en pueblo, proclamando y anunciando la Buena Noticia del reino de Dios,
acompañado por los Doce, 2y por algunas mujeres, que habían sido curadas de espíritus
malos y de enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete
demonios; 3Juana, mujer de Cusa, un administrador
de Herodes; Susana y otras muchas que les servían con sus bienes.
Celebramos el Vienes de la Vigésimo Cuarta Semana del Tiempo Ordinario.
La Iglesia celebra a los santos Cornelio y Cipriano.
Decía Santa Madre Teresa de Calcuta que “el fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz”.
En el Evangelio de este Viernes de la XXIV del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Lucas (Lc 8,1-3).
Jesús predica el Evangelio del Reino de Dios y lo acompañan los Doce y algunas mujeres, entre ellas María Magdalena, Juana, mujer de Cusa, intendente de Herodes.
Esas mujeres, agradecidas, siguen a Jesús y les ayudan en sus necesidades. También ellas son discípulas y seguidores del Maestro.
¡Oh, Señor, ayúdanos a no desfallecer en el camino y a no abandonar tu senda, asumiendo las dificultades del seguimiento!
LA IMPORTANCIA DE LA PALABRA DE DIOS.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
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