Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
16Mirad que yo os envío como ovejas entre lobos; por eso, sed
sagaces como serpientes y sencillos como palomas. 17Pero
¡cuidado con la gente!, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en
las sinagogas 18y os harán comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa,
para dar testimonio ante ellos y ante los gentiles. 19Cuando os
entreguen, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en
aquel momento se os sugerirá lo que tenéis que decir, 20porque no
seréis vosotros los que habléis, sino que el Espíritu de vuestro Padre hablará
por vosotros. 21El hermano entregará al hermano a la muerte, el padre al
hijo; se rebelarán los hijos contra sus padres y los matarán. 22Y seréis
odiados por todos a causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el final,
se salvará. 23Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra. En verdad os
digo que no terminaréis con las ciudades de Israel antes de que vuelva el Hijo
del hombre.
Celebramos el Viernes de la Décimo Cuarta Semana del Tiempo Ordinario.
San Agustín de Hipona en el libro “Confesiones” decía: “¡Tarde te amé, Hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Y Tú estabas dentro de mí y afuera, y así por fuera te buscaba… Tú estabas conmigo, más yo no estaba contigo” ¡En este día, por favor, vuélvete hacia Dios!
En el Evangelio de este Viernes de la Décimo Cuarta Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Mateo (Mt 10,16-23).
Otro aspecto de la misión es la entereza en las dificultades y contrariedades. El Reino de Dios exige decisiones tajantes y conlleva, en muchas ocasiones, persecuciones.
Pidamos a Dios que nos ayude en las contrariedades y dificultades cuando afrontamos la misión y el anuncio de su Buena Noticia, siendo "portadores de Cristo". Amén.
ESPECIAL: FIRMES Y SEGUROS EN JESUCRISTO.
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