Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
9Al
anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una
casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús,
se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros». 20Y, diciendo esto, les enseñó las manos y
el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. 21Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el
Padre me ha enviado, así también os envío yo». 22Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les
dijo: «Recibid el Espíritu Santo; 23a
quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los
retengáis, les quedan retenidos».
Hace cincuenta días estábamos reunidos en la noche santa de Pascua, en la vigilia Pascual, y celebrábamos la gran alegría de la resurrección de Jesús.
El, muerto por amor, fiel hasta derramar su sangre, nos ha abierto un camino de vida para siempre. Y ahora, al cabo de cincuenta días, concluimos esta fiesta celebrando el don que él nos ha dejado: su Espíritu.
En el Evangelio de este Domingo de Pascua, Domingo de Pentecostés, Jesús resucitado envía el espíritu sobre los discípulos y diciéndoles: Recibid el Espíritu Santo.
El Espíritu Santo es fruto de la Pascua. Jesús resucitado lo comunica a sus discípulos.
El Espíritu es el aliento de Jesús, la vida de Jesús.
Jesucristo nos prepara para recibir el Espíritu y el Espíritu nos prepara para llenarnos de Jesús. (Jn 20,19-23).
En Pentecostés se invierte el dinamismo de Babel: Babel fue la dispersión y la división, Pentecostés es la comunión, el amor y el entendimiento, y los dones del Espíritu Santo nos ayudan a vivir como discípulos de Cristo en nuestros ambientes.
¡Oh, Espíritu Santo concédenos el don de la sabiduría, el don del entendimiento, el don del consejo, el don de la fortaleza, el don de la ciencia, el don de la piedad y el don del santo temor de Dios!
ESPECIAL: FIRMES Y SEGUROS EN JESUCRISTO.
LIBROS DE FRANCISCO BAENA CALVO EN BUBOK
CANAL DE FRANCISCO BAENA CALVO EN YOUTUBE