Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
22Enseguida Jesús apremió a sus discípulos
a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él
despedía a la gente. 23Y después de despedir a la gente subió al monte a
solas para orar. Llegada la noche estaba allí solo. 24Mientras tanto la barca iba ya
muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era
contrario. 25A la cuarta vela de la noche se les acercó Jesús andando sobre el
mar. 26Los discípulos, viéndole andar
sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, diciendo que era un
fantasma. 27Jesús les dijo enseguida: «¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!». 28Pedro le contestó: «Señor, si eres tú, mándame ir a ti sobre el
agua». 29Él le dijo: «Ven». Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre
el agua acercándose a Jesús; 30pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a
hundirse y gritó: «Señor, sálvame». 31Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: «¡Hombre
de poca fe! ¿Por qué has dudado?». 32En cuanto subieron a la barca amainó el viento. 33Los de la barca se
postraron ante él diciendo: «Realmente eres Hijo de Dios».
Celebramos el Domingo de la Décimo Novena Semana del Tiempo Ordinario.
“La Iglesia, desde la tradición apostólica que tiene su origen en el mismo día de la resurrección de Cristo, celebra el misterio pascual cada ocho días, en el día que se llama con razón “día del Señor" o domingo.
En el Evangelio de este Domingo de la XIX Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Mateo (Mt 14,22-33).
Jesús va manifestando progresivamente a sus discípulos la libertad con que se mueve más allá de las limitaciones humanas.
Pedro es invitado a hacer, por la fe, una experiencia semejante. Y les invita a no tener miedo superándolo con la fe, sabiendo que para Dios todo es posible.
Pidamos generosidad para anunciar y proclamar el Reino de Dios en nuestros ambientes: “Señor Jesús, enséñanos a ser generosos, a servirte como Tú mereces, a dar sin medida, a combatir sin temor a las heridas, a trabajar sin descanso, sin esperar otra recompensa que saber que hemos cumplido tu santa voluntad” (San Ignacio de Loyola).
ESPECIAL: FIRMES Y SEGUROS EN JESUCRISTO.
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