Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
51En verdad, en verdad os digo: quien guarda mi palabra no verá
la muerte para siempre». 52Los judíos le dijeron: «Ahora vemos claro que estás
endemoniado; Abrahán murió, los profetas también, ¿y tú dices: “Quien guarde mi
palabra no gustará la muerte para siempre”? 53¿Eres tú más que nuestro padre Abrahán, que murió? También
los profetas murieron, ¿por quién te tienes?». 54Jesús contestó: «Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria
no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, de quien vosotros decís: “Es
nuestro Dios”, 55aunque no lo conocéis. Yo sí lo conozco, y si dijera “No lo
conozco” sería, como vosotros, un embustero; pero yo lo conozco y guardo su
palabra. 56Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi día;
lo vio, y se llenó de alegría». 57Los judíos le dijeron: «No tienes todavía cincuenta años, ¿y
has visto a Abrahán?». 58Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: antes de que
Abrahán existiera, yo soy». 59Entonces cogieron piedras para tirárselas, pero Jesús se
escondió y salió del templo.
Celebramos el Jueves de la V Semana de Cuaresma.
San Juan Pablo II decía que “la Cuaresma, tiempo fuerte de oración, ayuno y atención a los necesitados, ofrece a todo cristiano la posibilidad de prepararse a la Pascua haciendo un serio discernimiento de la propia vida, confrontándose de manera especial con la Palabra de Dios”.
El Evangelio de San Juan en este Jueves de la V Semana de Cuaresma Jesús continúa el discurso sobre su testimonio de sí mismo y la invitación a mantenerse fieles a su Palabra ( Jn 8,51-59).
Jesús les asegura que “si alguno guarda mi Palabra, no verá la muerte jamás”, y se presenta como aquel cuyo “Día” vio Abrahám y se alegró. “Antes de que Abrahám existiera, Yo soy”, manifiesta a sus enemigos escandalizados de oírle hablar lo mismo que Dios.
Dirijámonos a Jesús con todo el corazón, poniendo en su presencia a las personas que nos rodean. Amén.
LA IMPORTANCIA DE LA PALABRA DE DIOS.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
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