Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
31Los judíos agarraron de nuevo piedras para apedrearlo. 32Jesús les replicó: «Os he hecho ver muchas obras buenas por
encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?». 33Los judíos le contestaron: «No te apedreamos por una obra
buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios». 34Jesús les replicó: «¿No está escrito en vuestra ley: “Yo os
digo: sois dioses”? 35Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la
palabra de Dios, y no puede fallar la Escritura, 36a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros:
“¡Blasfemas!” Porque he dicho: “Soy Hijo de Dios”? 37Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, 38pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las
obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre». 39Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. 40Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde
antes había bautizado Juan, y se quedó allí. 41Muchos acudieron a él y decían: «Juan no hizo ningún signo;
pero todo lo que Juan dijo de este era verdad». 42Y muchos creyeron en él allí.
Celebramos el Viernes de Dolores.
Necesitamos zonas de silencios interiores para encontrarnos con Dios y con nosotros mismos.
¡Hazte místico en medio de la calle, en tu trabajo y en tus afanes!
El Evangelio de San Juan en este Viernes de Dolores, o Viernes de la V Semana de Cuaresma, Jesús prosigue la discusión con sus adversarios.
Jesús, apoyándose en la Escritura, cuyo espíritu amplio señala, se reafirma en su declaración: vive en unión íntima con Dios (Jn 10-31-42).
Pidamos, por la intercesión de la Virgen, por todos los que sufren en su cuerpo y en su Espíritu.
Pidamos por los atribulados y por los enfermos terminales. Amén
LA IMPORTANCIA DE LA PALABRA DE DIOS.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
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