INTRODUCCIÓN AL BLOG
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
45Enseguida apremió a los discípulos a que subieran a la barca
y se le adelantaran hacia la orilla de Betsaida, mientras él despedía a la
gente. 46Y después de despedirse de ellos, se retiró al monte a orar. 47Llegada la noche, la barca estaba en mitad del mar y Jesús,
solo, en tierra. 48Viéndolos fatigados de remar, porque tenían viento contrario,
a eso de la cuarta vigilia de la madrugada, fue hacia ellos andando sobre el
mar, e hizo ademán de pasar de largo. 49Ellos, viéndolo andar sobre el mar, pensaron que era un
fantasma y dieron un grito, 50porque todos lo vieron y se asustaron. Pero él habló
enseguida con ellos y les dijo: «Ánimo, soy yo, no tengáis miedo». 51Entró en la barca con ellos y amainó el viento. Ellos estaban
en el colmo del estupor, 52pues no habían comprendido lo de los panes, porque tenían la
mente embotada.
Celebramos el Viernes después de la Epifanía. La oración es un trato de amistad con Dios, que llena de sentido y de amor toda la vida del hombre y de la mujer creyentes.
En este Viernes después de la Epifanía del Señor leemos el Evangelio de San Marcos (Mc 6,34-44).
El evangelio de San Marcos nos presenta la primera multiplicación de los panes y de los peces. Jesús de Nazaret es el buen pastor que siente compasión por la gente, "que estaban como ovejas que no tienen pastor". Les regala su palabra y les da el pan.
Ante aquella multitud hambrienta, les invita a los discípulos a compartir lo que tienen para que se realice el milagro: "Todos comieron hasta quedar satisfechos, y todavía llenaron doce canastas con los trozos sobrantes de pan y de pescado".
Queremos decirte Padre nuestro que contra el frío del egoísmo nos des el fuego de la caridad, contra el frío de la codicia nos des el fuego de la generosidad, contra el frío de la indiferencia nos des el fuego de la solidaridad. Amén.
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