Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
51Después de esto, se celebraba una fiesta
de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. 2Hay en Jerusalén, junto a la Puerta de
las Ovejas, una piscina que llaman en hebreo Betesda. Esta tiene cinco
soportales, 3y allí estaban echados muchos enfermos, ciegos, cojos,
paralíticos. 4[«que esperaban el movimiento de las
aguas; pues el ángel del Señor bajaba de tiempo en tiempo a la piscina y se
movía el agua y el primero que descendía a la piscina tras el movimiento de
agua quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviera».] 5Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y ocho años
enfermo. 6Jesús, al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba mucho
tiempo, le dice: «¿Quieres quedar sano?». 7El enfermo le contestó: «Señor, no tengo
a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego
yo, otro se me ha adelantado». 8Jesús le dice: «Levántate, toma tu camilla y echa a andar». 9Y al momento el hombre quedó sano, tomó
su camilla y echó a andar. Aquel día era sábado, 10y los judíos dijeron al hombre que había
quedado sano: «Hoy es sábado, y no se puede llevar la camilla». 11Él les contestó: «El que me ha curado es
quien me ha dicho: “Toma tu camilla y echa a andar”». 12Ellos le preguntaron: «¿Quién es el que
te ha dicho que tomes la camilla y eches a andar?». 13Pero el que había quedado sano no sabía
quién era, porque Jesús, a causa del gentío que había en aquel sitio, se había
alejado. 14Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le dice: «Mira,
has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor». 15Se marchó aquel hombre y dijo a los
judíos que era Jesús quien lo había sanado. 16Por esto los judíos perseguían a Jesús,
porque hacía tales cosas en sábado.
Celebramos el Martes de la Cuarta Semana de Cuaresma.
Decía Cipriano Sánchez que “la conversión del corazón que viene a ser el núcleo de toda la Cuaresma, es vista por la Escritura, como un momento de elección por parte del hombre que debe dirigir a Alguien. La pregunta es: ¿A quién dirigimos el corazón? ¿Hacia quién me estoy dirigiendo yo?..."
En este Martes de la Cuarta Semana de Cuaresma leemos el Evangelio de San Juan (Jn 5,1-16).
Jesús cura a un enfermo inválido, solo, sin esperanza es curado por Jesús con su palabra, cerca de la piscina.
Jesús le da la salud a un hombre al que aquella agua de misterioso poder no había curado, con alusión al bautismo: “ Él es el “agua viva, agua que vive y da la Vida” (Noel Quesson).
Jesús quebranta las sagradas normas del sábado y se proclama “Hijo del Padre”, se hace igual a Dios. Y esto provoca el propósito de matarle en los judíos.
Pedimos, por la intercesión de la Virgen María, la salud de los enfermos. Pon en la presencia del Señor especialmente a tus familiares y conocidos enfermos. Amén.
LA IMPORTANCIA DE LA PALABRA DE DIOS.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
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