Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
43Después de dos días, salió Jesús de Samaría para Galilea. 44Jesús mismo había atestiguado: «Un profeta no es estimado en
su propia patria». 45Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien,
porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta,
pues también ellos habían ido a la fiesta. 46Fue Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido
el agua en vino. Había un funcionario real que tenía un hijo enfermo en
Cafarnaún. 47Oyendo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a
verlo, y le pedía que bajase a curar a su hijo que estaba muriéndose. 48Jesús le dijo: «Si no veis signos y prodigios, no creéis». 49El funcionario insiste: «Señor, baja antes de que se muera mi
niño». 50Jesús le contesta: «Anda, tu hijo vive». El hombre creyó en
la palabra de Jesús y se puso en camino. 51Iba ya bajando, cuando sus criados vinieron a su encuentro
diciéndole que su hijo vivía. 52Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Y le
contestaron: «Ayer a la hora séptima lo dejó la fiebre». 53El padre cayó en la cuenta de que esa era la hora en que
Jesús le había dicho: «Tu hijo vive». Y creyó él con toda su familia. 54Este segundo signo lo hizo Jesús al llegar de Judea a Galilea.
Celebramos el Lunes de la Cuarta Semana de Cuaresma.
La Cuaresma es una peregrinación hacia la Pascua que sitúa su punto de partida en la alianza que Dios ha hecho con el mundo.
Todo arranca del designio salvador de Dios que ha hecho una opción decidida por la salvación y la felicidad de los hombres y mujeres. Cada Cuaresma es una oportunidad más para volver al Dios vivo, manifestado en Jesucristo.
En este Lunes de la Cuarta Semana de Cuaresma leemos el Evangelio de San Juan (Jn 4,43-54).
Jesús realiza su segunda señal en Caná de Galilea. Un funcionario real va al encuentro de Jesús y le pide con fe que cure a su hijo.
Jesús responde a la petición confiada y llena de fe con la curación de su hijo enfermo.
Pedimos a Dios que nos ayude a ser más confiados y más auténticos en la fe. Amén.
LA IMPORTANCIA DE LA PALABRA DE DIOS.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
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