Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
41Jesús
se puso a enseñar otra vez junto al mar. Acudió un gentío tan enorme, que tuvo
que subirse a una barca y, ya en el mar, se sentó; y el gentío se quedó en
tierra junto al mar. 2Les enseñaba muchas
cosas con parábolas y les decía instruyéndolos: 3«Escuchad: salió el
sembrador a sembrar; 4al
sembrar, algo cayó al borde del camino, vinieron los pájaros y se lo comieron. 5Otra parte cayó en
terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda,
brotó enseguida; 6pero
en cuanto salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó. 7Otra parte cayó entre
abrojos; los abrojos crecieron, la ahogaron y no dio grano. 8El resto cayó en
tierra buena; nació, creció y dio grano; y la cosecha fue del treinta o del
sesenta o del ciento por uno». 9Y
añadió: «El que tenga oídos para oír, que oiga». 10Cuando se quedó a
solas, los que lo rodeaban y los Doce le preguntaban el sentido de las
parábolas. 14El sembrador siembra
la palabra. 15Hay
unos que están al borde del camino donde se siembra la palabra; pero en cuanto
la escuchan, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. 16Hay otros que reciben
la semilla como terreno pedregoso; son los que al escuchar la palabra enseguida
la acogen con alegría, 17pero
no tienen raíces, son inconstantes, y cuando viene una dificultad o persecución
por la palabra, enseguida sucumben. 18Hay
otros que reciben la semilla entre abrojos; estos son los que escuchan la
palabra, 19pero
los afanes de la vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás
los invaden, ahogan la palabra, y se queda estéril. 20Los otros son los que
reciben la semilla en tierra buena; escuchan la palabra, la aceptan y dan una
cosecha del treinta o del sesenta o del ciento por uno»

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