Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
10Se
le acercaron los discípulos y le preguntaron: «¿Por qué les hablas en
parábolas?». 11Él
les contestó: «A vosotros se os han dado a conocer los secretos del reino de
los cielos y a ellos no. 12Porque
al que tiene se le dará y tendrá de sobra, y al que no tiene, se le quitará
hasta lo que tiene. 13Por
eso les hablo en parábolas, porque miran sin ver y escuchan sin oír ni
entender. 14Así
se cumple en ellos la profecía de Isaías: “Oiréis con los oídos sin entender;
miraréis con los ojos sin ver; 15porque
está embotado el corazón de este pueblo, son duros de oído, han cerrado los
ojos; para no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni entender con el
corazón, ni convertirse para que yo los cure”. 16Pero bienaventurados vuestros ojos porque
ven y vuestros oídos porque oyen. 17En
verdad os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis y no lo
vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron.
Celebramos el Jueves de la Décimo Sexta Semana del Tiempo Ordinario.
Escribe en tu corazón el primer artículo de la declaración universal de los derechos humanos: “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, y, dotados, como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”.
En el Evangelio de este Jueves de la XVI semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Mateo (Mt 13,10-17).
Jesús les habla a sus oyentes en parábolas y la razón más importante es que "a los apóstoles se les ha concedido los secretos del Reino de los cielos y a los demás no", porque tienen embotado el corazón. Es necesario abrirlo a la alegría y a la paz que trae Jesucristo.
Supliquemos a Dios que lo podamos amar con todo el corazón y al prójimo como a nosotros mismos, y tengamos la actitud del que escucha la Palabra y la cumple.
Supliquemos a Dios que no cerremos el corazón a su Palabra y a su Buena Noticia. Amén.
LA IMPORTANCIA DE LA PALABRA DE DIOS.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
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