Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
13Nadie ha subido al
cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. 14Lo
mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado
el Hijo del hombre, 15para
que todo el que cree en él tenga vida eterna. 16Porque
tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree
en él no perezca, sino que tenga vida eterna. 17Porque
Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo
se salve por él.
Hoy la Iglesia celebra la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz.
La fiesta del Triunfo de la Santa Cruz se hace en recuerdo de la recuperación de la Santa Cruz obtenida en el año 614 por el emperador Heraclio, quien la logró rescatar de los persas que la habían robado de Jerusalén.
La Santa Cruz (para evitar nuevos robos) fue partida en varios pedazos. Uno fue llevado a Roma, otro a Constantinopla, un tercero se dejó en un hermoso cofre de plata en Jerusalén. Otro se partió en pequeñísimas astillas para repartirlas en diversas iglesias del mundo entero, que se llamaron "Veracruz”.
En el Evangelio de esta fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz leemos el Evangelio de San Juan (Jn 3,13-17).
Jesús dialoga con Nicodemo y alude al episodio de la serpiente de bronce levantada por Moisés para curar a los israelitas de las mordeduras de serpientes. Y él mismo afirma que “tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna”.
Para San Juan, la exaltación se da precisamente en la cruz, momento culminante de la manifestación del amor del Padre entregado al Hijo por nuestra salvación.
¡Cómo no consolarnos en nuestras quejas cuando miramos a Cristo en su pleno dolor!
ESPECIAL: FIRMES Y SEGUROS EN JESUCRISTO.
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