INTRODUCCIÓN AL BLOG
Gracias por entrar a este Blog: "Sácianos de tu Palabra".
Comentario al Evangelio del día realizado por el sacerdote Francisco Baena Calvo.
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
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INTRODUCCIÓN A LA IMPORTANCIA DE LA PALABRA
“La Iglesia ha venerado siempre las Sagradas Escrituras al igual que el mismo Cuerpo del Señor, no dejando de tomar de la mesa y de distribuir a los fieles el pan de vida, tanto de la palabra de Dios como del Cuerpo de Cristo, sobre todo en la Sagrada Liturgia. Siempre las ha considerado y considera, juntamente con la Sagrada Tradición, como la regla suprema de su fe, puesto que, inspiradas por Dios y escritas de una vez para siempre, comunican inmutablemente la palabra del mismo Dios, y hacen resonar la voz del Espíritu Santo en las palabras de los Profetas y de los Apóstoles. ” (DEI VERBUM 21)
XXXI MARTES DEL TIEMPO ORDINARIO/CICLO C/5-11-2019
EVANGELIO DEL DÍA: Lc 14,15-24
En aquel tiempo, uno de los comensales dijo a Jesús: «¡Dichoso el que coma en el banquete del reino de Dios!»
Jesús le contestó: «Un hombre daba un gran banquete y convidó a mucha gente; a la hora del banquete mandó un criado a avisar a los convidados: "Venid, que ya está preparado." Pero ellos se excusaron uno tras otro. El primero le dijo: "He comprado un campo y tengo que ir a verlo. Dispénsame, por favor." Otro dijo: "He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas. Dispénsame, por favor." Otro dijo: "Me acabo de casar y, naturalmente, no puedo ir." El criado volvió a contárselo al amo. Entonces el dueño de casa, indignado, le dijo al criado: "Sal corriendo a las plazas y calles de la ciudad y tráete a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos." El criado dijo: "Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía queda sitio." Entonces el amo le dijo: "Sal por los caminos y senderos e insísteles hasta que entren y se me llene la casa." Y os digo que ninguno de aquellos convidados probará mi banquete.»
COMENTARIO AL EVANGELIO
Celebramos el Martes de la Trigésima Primera Semana del Tiempo Ordinario y la Iglesia celebra la memoria de Santa Ángela de la Cruz.
La Resurrección de Jesús es el punto central de nuestra vida cristiana y la razón misma de lo que la Iglesia cree, espera, celebra y vive.
En el Evangelio de este Martes de la Trigésima Primera Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Lucas (Lc 14,15-24).
Jesús, en casa de uno de los principales fariseos que le había invitado para comer, responde a un comensal que le había dicho: “¡Dichoso el que come en el banquete del Reino de Dios!”. Y lo hace con una parábola: ante la negativa de los invitados, el dueño se indigna por el rechazo, pero en vez de cerrar las puertas, las abre de par en par; y son los excluidos por la buena sociedad quiénes van a gozar del gran festín. Incluso los que están fuera, clara alusión a los paganos, son llamados a entrar en la sala. A quiénes se creían con derecho y dignos, se les dejará fuera; a quiénes no se consideran dignos, se les invitará a disfrutar de la dicha del Reino.
Pidamos a Dios que nos ayude a seguir y a amar a Jesucristo, y a reconocerlo en nuestros ambientes y en los que nos rodean.
La Resurrección de Jesús es el punto central de nuestra vida cristiana y la razón misma de lo que la Iglesia cree, espera, celebra y vive.
En el Evangelio de este Martes de la Trigésima Primera Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Lucas (Lc 14,15-24).
Jesús, en casa de uno de los principales fariseos que le había invitado para comer, responde a un comensal que le había dicho: “¡Dichoso el que come en el banquete del Reino de Dios!”. Y lo hace con una parábola: ante la negativa de los invitados, el dueño se indigna por el rechazo, pero en vez de cerrar las puertas, las abre de par en par; y son los excluidos por la buena sociedad quiénes van a gozar del gran festín. Incluso los que están fuera, clara alusión a los paganos, son llamados a entrar en la sala. A quiénes se creían con derecho y dignos, se les dejará fuera; a quiénes no se consideran dignos, se les invitará a disfrutar de la dicha del Reino.
Pidamos a Dios que nos ayude a seguir y a amar a Jesucristo, y a reconocerlo en nuestros ambientes y en los que nos rodean.
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