Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
71Después de estas cosas, recorría Jesús
Galilea, pues no quería andar por Judea porque los judíos trataban de matarlo. 2Se acercaba la fiesta judía de las
Tiendas. 3Le decían sus hermanos: «Sal de aquí y marcha a Judea para
que también tus discípulos vean las obras que haces, 4pues nadie obra nada en secreto, sino
que busca estar a la luz pública. Si haces estas cosas, manifiéstate al mundo». 5Y es que tampoco sus hermanos creían en
él. 6Jesús les dice: «Mi tiempo no ha llegado todavía, el vuestro
está siempre dispuesto. 7El mundo no puede odiaros a vosotros, a mí sí me odia porque
doy testimonio contra él de que sus obras son malas. 8Subid vosotros a la fiesta. Yo no subo a
esta fiesta, porque mi tiempo no se ha cumplido todavía». 9Después de decir estas cosas, permaneció
en Galilea. 10Una vez que sus hermanos se hubieron marchado a la fiesta,
entonces subió él también, no abiertamente, sino a escondidas. 11Los judíos lo buscaban en la fiesta y
decían: «¿Dónde está?», 12y había muchos comentarios acerca de él entre las turbas.
Unos decían: «Es bueno»; otros decían: «No, sino que engaña a la gente». 13Pero nadie hablaba de él en público por
miedo a los judíos. 14A mitad de la fiesta, subió Jesús al templo y se puso a
enseñar. 15Los judíos preguntaban extrañados: «¿Cómo es este tan
instruido si no ha estudiado?». 16Jesús entonces les contestó: «Mi doctrina no es mía, sino del
que me ha enviado; 17el que esté dispuesto a hacer la voluntad de Dios podrá
apreciar si mi doctrina viene de Dios o si hablo en mi nombre. 18Quien habla en su propio nombre busca su
propia gloria; en cambio, el que busca la gloria del que lo ha enviado, ese es
veraz y en él no hay injusticia. 19¿Acaso no os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros cumple
la ley? ¿Por qué queréis matarme?». 20Respondió la gente: «Tienes un demonio, ¿quién quiere
matarte?». 21Jesús les contestó: «He hecho una obra y todos os admiráis 22por ello. Moisés os dio la circuncisión
—aunque no es de Moisés, sino de los patriarcas— y vosotros circuncidáis a un
hombre en sábado. 23Si un hombre recibe la circuncisión en sábado para que no se
quebrante la ley de Moisés, ¿por qué os enojáis contra mí porque he curado en
sábado a un hombre enteramente? 24No juzguéis según apariencia, sino juzgad según un juicio
justo». 25Entonces algunos que eran de Jerusalén dijeron: «¿No es este
el que intentan matar? 26Pues mirad cómo habla abiertamente, y no le dicen nada. ¿Será
que los jefes se han convencido de que este es el Mesías? 27Pero este sabemos de dónde viene,
mientras que el Mesías, cuando llegue, nadie sabrá de dónde viene». 28Entonces Jesús, mientras enseñaba en el templo, gritó: «A mí
me conocéis, y conocéis de dónde vengo. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta,
sino que el Verdadero es el que me envía; a ese vosotros no lo conocéis; 29yo lo conozco, porque procedo de él y él
me ha enviado». 30Entonces intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano,
porque todavía no había llegado su hora.
Celebramos el Viernes de la Cuarta Semana de Cuaresma.
La Cuaresma es un tiempo para rehacer nuestro camino y volver a configurarnos con Cristo.
Una "oportunidad" para renovar nuestras promesas bautismales y la renuncia al Mal y al Maligno en la Noche de la Pascua.
Vivamos la Cuaresma en clave bautismal y volvamos nuestro corazón a Jesucristo, porque este tiempo privilegiado de gracia es una oportunidad más para volver al Dios vivo, manifestado en Jesucristo.
En este Viernes de la Cuarta Semana de Cuaresma leemos el Evangelio de San Juan (Jn 7,1-30).
Jesús sube a Jerusalén para celebrar la fiesta de las Tiendas y continuamente repite que su única preocupación es realizar la voluntad del que le envió, el Padre. Sólo le pueden entender los que hayan entendido la Ley de Moisés).
Pidamos a Dios por todos los jóvenes, especialmente aquellos que viven en exclusión social. Pidamos por la unión de las Iglesias. Pidamos por el florecimiento de las vocaciones sacerdotales y religiosas en la Iglesia. Amén.
LA IMPORTANCIA DE LA PALABRA DE DIOS.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
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