INTRODUCCIÓN AL BLOG
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
42Pero ¡ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la
hierbabuena, de la ruda y de toda clase de hortalizas, mientras pasáis por alto
el derecho y el amor de Dios! Esto es lo que había que practicar, sin descuidar
aquello. 43¡Ay de vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de
honor en las sinagogas y los saludos en las plazas! 44¡Ay de vosotros, que sois como tumbas no señaladas, que la
gente pisa sin saberlo!». 45Le replicó un maestro de la ley: «Maestro, diciendo eso nos
ofendes también a nosotros». 46Y él dijo: «¡Ay de vosotros también, maestros de la ley, que
cargáis a los hombres cargas insoportables, mientras vosotros no tocáis las
cargas ni con uno de vuestros dedos!
Celebramos el Miércoles de la Vigésimo Octava Semana del Tiempo Ordinario.
Dios, que ha preparado todo para que el hombre y la mujer de siempre fueran encontrando su propio destino, nos ha repetido de mil maneras en la historia de la humanidad, que su amor es un pacto de fidelidad y de alianza.
En el Evangelio de este Miércoles de la XXVIII Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Lucas (Lc 11,42-46).
Jesús ha recordado que lo más valioso e importante es el interior de la persona: eso es lo que hay que depurar. Y el reproche a los fariseos, que se preocupan más por lo externo y los formalismos, se abre ahora a una serie de ejemplos recogidas en las llamadas “malaventuranzas”. Y es llamada a no descuidar lo esencial: el derecho y el amor de Dios.
Supliquemos a Dios que nos conceda valorar a las personas y descubrir en ellas su verdadero rostro. Amén.
LIBROS DE FRANCISCO BAENA CALVO EN BUBOK
CANAL DE FRANCISCO BAENA CALVO EN YOUTUBE