Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
16Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el
Hijo del Dios vivo». 17Jesús le respondió:
«¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado ni
la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18Ahora yo te digo: tú
eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno
no la derrotará. 19Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la
tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará
desatado en los cielos». 20Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era
el Mesías. 21Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que
tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos
sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer
día. 22Pedro
se lo llevó aparte y se puso a increparlo: «¡Lejos de ti tal cosa, Señor! Eso
no puede pasarte». 23Jesús se volvió y dijo a Pedro: «¡Ponte detrás de mí, Satanás!
Eres para mí piedra de tropiezo, porque tú piensas como los hombres, no como
Dios». 24Entonces dijo a los discípulos: «Si alguno quiere venir en pos
de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga. 25Porque quien quiera
salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí, la encontrará. 26¿Pues de qué le servirá
a un hombre ganar el mundo entero, si pierde su alma? ¿O qué podrá dar para
recobrarla? 27Porque el Hijo del hombre vendrá, con la gloria de su Padre,
entre sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta.
Hoy la Iglesia celebra el Domingo XXII del Tiempo Ordinario.
El Cardenal Suenens afirmaba: “¡Felices los que tienen la audacia de soñar y están dispuestos a pagar el precio necesario para que su sueño tome cuerpo en la historia de los hombres!”
En el Evangelio del Domingo XXII del Tiempo Ordinario leemos el evangelio de San Mateo (Mt 16,21-27).
Seguir a Jesús no es tarea fácil. Al cristiano le acompaña en su caminar la cruz. Y la cruz nos asusta a veces. Pedro tenía miedo a la cruz. Y cuando Jesús hablaba de cruz y de muerte, temblaba de terror.
Jesús va delante de nosotros, y hace más llevadera nuestra cruz. A Pedro le confortó tanto, que según la tradición antigua, Pedro murió crucificado por la causa cristiana.
Recibe, Señor, nuestros miedos y transfórmalos en confianza. Recibe, Señor, nuestro sufrimiento y transfórmalo en crecimiento. Amén.
ESPECIAL: FIRMES Y SEGUROS EN JESUCRISTO.
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