INTRODUCCIÓN AL BLOG
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
11En el principio existía el
Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios. 2Él estaba en el principio junto a Dios. 3Por medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada
de cuanto se ha hecho. 4En él estaba la vida, y la vida era la luz de los
hombres. 5Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo
recibió. 6Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: 7este venía como testigo, para dar testimonio de la
luz, para que todos creyeran por medio de él. 8No era él la luz, sino el que daba testimonio de la
luz. 9El Verbo era la luz verdadera,
que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo. 10En el mundo estaba; | el mundo se hizo por medio de
él, y el mundo no lo conoció. 11Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron. 12Pero a cuantos lo recibieron,
les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre. 13Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne, |
ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios. 14Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y
hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de
gracia y de verdad. 15Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Este es de
quien dije: el que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque
existía antes que yo». 16Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras
gracia. 17Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y
la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo. 18A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios unigénito, que
está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.
Celebramos el Séptimo día de la Octava de Navidad.
El amor de Dios, manifestado plenamente en Jesucristo, constituye toda la esencia misma de la Revelación. “Dios nos ama” es el clamor fundamental que recorre desde el origen hasta el final del Cristianismo.
La Iglesia celebra la memoria de San Silvestre. Sucedió como obispo de Roma a San Melquíades el 31 de Enero del 314, un año después de que promulgase el Edicto de Milán. Convocó el primer Concilio Ecuménico que se celebró en Nicea el 325. Murió el 31 de Diciembre de 335.
En este Séptimo día de la Octava de Navidad leemos el Evangelio de San Juan (Jn 1,1-18).
El prólogo de este Evangelio es una introducción solemne, distribuido en siete estrofas de estructura semita, donde se contempla la plenitud de la revelación que nos ha traído Jesucristo. Es la contemplación y manifestación de Jesucristo, la luz verdadera, que se hizo carne.
Pidamos a Dios que nos conceda crecer en la fe, en la esperanza y en la caridad. Amén.
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