INTRODUCCIÓN AL BLOG
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando veáis a
Jerusalén sitiada por ejércitos, sabed que está cerca su destrucción. Entonces,
los que estén en Judea, que huyan a la sierra; los que estén en la ciudad, que
se alejen; los que estén en el campo, que no entren en la ciudad; porque serán
días de venganza en que se cumplirá todo lo que está escrito. ¡Ay de las que
estén encintas o criando en aquellos días! Porque habrá angustia tremenda en
esta tierra y un castigo para este pueblo. Caerán a filo de espada, los
llevarán cautivos a todas las naciones, Jerusalén será pisoteada por los
gentiles, hasta que a los gentiles les llegue su hora. Habrá signos en el sol y
la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas
por el estruendo del mar y el oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el
miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues los astros se
tambalearán. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran
poder y majestad. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza: se
acerca vuestra liberación.»
Celebramos el Jueves de la Trigésima Cuarta Semana del Tiempo Ordinario.
Intenta en este día ser un gran mensajero de paz al estilo de Jesús, Príncipe de la Paz, pero reconoce que para ser mensajero de paz tienes que tener el corazón pacificado.
En el Evangelio de este Jueves de la Trigésima Cuarta Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Lucas (Lc 21,20-28).
Jesús les recuerda a sus discípulos que a la ruina de Jerusalén seguirá la dispersión del pueblo judío. Y después de la catástrofe y la ruina de Jerusalén vendrá la catástrofe cósmica y la venida del Hijo del Hombre, figura misteriosa que triunfará sobre todos los opresores, llevando en su mano la justicia de la historia, el triunfo de la justicia de Dios.
Señor, haznos profetas, personas que seamos "consecuentes en su pensar y coherentes en sus palabras; que sean rápidos para escuchar y calmosos para responder” (Eclo 5,10-11). Amén.
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