INTRODUCCIÓN AL BLOG
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
En aquel tiempo, dijo Jesús a
los discípulos: «Si alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la
medianoche para decirle: "Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis
amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle." Y, desde dentro,
el otro le responde: "No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y
yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos." Si el otro
insiste llamando, yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo
suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite. Pues
así os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os
abrirá; porque quien pide recibe, quien busca halla, y al que llama se le abre.
¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O
si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un
escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a
vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a
los que se lo piden?»
Celebramos el Jueves de la Vigésimo Séptima Semana del Tiempo Ordinario.
Para comprender toda la vida de Jesús es necesario situarla en la dinámica del amor. El amor es el único camino que humaniza al hombre de ayer, hoy y mañana. Sin el amor jamás la historia saldrá de los escondrijos del egoísmo, la envidia, la violencia y la desolación.
En el Evangelio de este Jueves de la XXVII Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Lucas (Lc 11,5-13).
Jesús, después de enseñarles el Padre Nuestro, les señala la actitud que deben tener los apóstoles como orantes. Y lo hace con tres verbos: pedir, llamar, buscar… Y Dios atenderá la oración insistente del hombre concediéndole lo que es bueno para él: El Espíritu Santo.
Pidamos a Dios Padre que nos conceda el Espíritu Santo, y nos haga constantes y confiados. Amén.
LIBROS DE FRANCISCO BAENA CALVO EN BUBOK