Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
28¿Qué
os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: “Hijo, ve
hoy a trabajar en la viña”. 29Él
le contestó: “No quiero”. Pero después se arrepintió y fue. 30Se
acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: “Voy, señor”. Pero no
fue. 31¿Quién de los dos
cumplió la voluntad de su padre?». Contestaron: «El primero». Jesús les dijo:
«En verdad os digo que los publicanos y las prostitutas van por delante de
vosotros en el reino de Dios. 32Porque
vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia y no le creísteis; en
cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto,
vosotros no os arrepentisteis ni le creísteis».
Hoy la Iglesia celebra el Domingo XXVI del Tiempo Ordinario y el día de santa Teresa del Niño Jesús, patrona de las misiones y de los enfermos misioneros.
Sólo si vives el presente como un tiempo de Dios, sin olvidar el pasado y abierto al futuro, entonces tu vida será verdaderamente un don y una oportunidad para ser tú misma...
En el Evangelio del Domingo XXVI del Tiempo Ordinario leemos el evangelio de San Mateo (Mt 21,28-32).
Jesús ataca a los fariseos: fieles cumplidores de la ley pero que sabiéndose los buenos no necesitan conversión. ”Los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del Reino de Dios”, porque creyeron y se arrepintieron.
El Señor nos enseña en esta parábola que, en definitiva, lo que vale son las obras y no las palabras, los hechos y no las promesas.
Hagamos una opción decidida por la vida y por la conversión. Supliquemos la humildad para tener siempre los sentimientos de Cristo.
Pidamos por la labor misionera y evangelizadora de la Iglesia en esta hora. Amén.
ESPECIAL: FIRMES Y SEGUROS EN JESUCRISTO.
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