Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
9Al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme». Él se levantó y lo siguió. 10Y estando en la casa, sentado a la mesa, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaban con Jesús y sus discípulos. 11Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: «¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?». 12Jesús lo oyó y dijo: «No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. 13Andad, aprended lo que significa “Misericordia quiero y no sacrificio”: que no he venido a llamar a justos sino a pecadores».
Hoy la Iglesia celebra la fiesta San Mateo Apóstol.
Mateo el Evangelista, es citado con los Evangelio como Leví, hijo de Alfeo, publicano y recaudador de impuetos en Cafarnaúm.
La tradición cristiana le atribuye la autoría del evangelio de Mateo.
Mateo es representado como un hombre alado, en alusión al tetramorfos del profeta Ezequiel (Ez 1,10; cf Ap 4,7).
En el Evangelio de esta fiesta de San Mateo Apóstol y Evangelista leemos el Evangelio de San Mateo. (Mt 9,9-13).
Jesús no excluye a nadie de su proyecto de salvación e invita a seguirle. En definitiva, no hay excluidos del Reino de Dios. La única condición es la fe, la adhesión a su persona sin condiciones.
Jesús escoge para ser discípulo a Leví, que pertenecía a los “recaudadores de impuestos”, un grupo detestado por los judíos. Y Leví responde incondicionalmente a la llamada.
Frente a aquellos que se escandalizan porque “come con publicanos y pecadores”, Jesús les recuerda, con un texto del profeta Oseas, que la misericordia es superior a cualquier sacrificio ritual y que también a los pecadores son llamados a seguirle.
Reconociendo que Dios es nuestro único apoyo y refugio en la misión repitamos esta letrilla tan conocida de Santa Teresa de Jesús: “Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda; la paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene nada le falta: sólo Dios basta” .
ESPECIAL: FIRMES Y SEGUROS EN JESUCRISTO.
LIBROS DE FRANCISCO BAENA CALVO EN BUBOK
CANAL DE FRANCISCO BAENA CALVO EN YOUTUBE