INTRODUCCIÓN AL BLOG
Evangelio del día + breve explicación en un minuto.
La Iglesia antes de ser evangelizadora y caritativa es escuchadora de la Palabra.
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen como María de Nazaret! Gracias por tu visita. Si te ha gustado añade me gusta. Compártelo en las redes.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que «el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas…y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación» (D.V. 2).
18Viendo Jesús que lo rodeaba mucha gente, dio orden de cruzar
a la otra orilla. 19Se le acercó un escriba y le dijo: «Maestro, te seguiré
adonde vayas». 20Jesús le respondió: «Las zorras tienen madrigueras y los
pájaros nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza». 21Otro, que era de los discípulos, le dijo: «Señor, déjame ir
primero a enterrar a mi padre». 22Jesús le replicó: «Tú, sígueme y deja que los muertos
entierren a sus muertos».
Celebramos el Lunes de la Décima Tercera Semana del Tiempo Ordinario .
Cada ser humano es “un verdadero santuario de Dios” que aspira a un encuentro pleno con Él, revelado en la historia de Jesús como Amor, y que sólo conseguiremos la felicidad si nuestros esfuerzos y fatigas lleven el sello del amor.
En el Evangelio de este Lunes de la Décimo Tercera Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Mateo (Mt 8,18-22).
Un escriba se acerca a Jesús dispuesto a seguirle y Jesús le exige una disponibilidad total. Luego se acercará otro de los discípulos y Jesús le indicará lo mimo, el seguimiento es más importante que cualquier obligación filial.
Hagamos a Dios esta oración de
San Ignacio de Loyola: Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad,
mi memoria, mi entendimiento y toda mi
voluntad; todo mi haber y mi poseer. Vos me disteis, a Vos, Señor, lo
torno. Todo es Vuestro: disponed de ello según Vuestra Voluntad. Dadme Vuestro
Amor y Gracia, que éstas me bastan.
Amén.
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